Seguimos en ruta, explorando los rincones más encantadores de la provincia de Soria. Aunque el Burgo de Osma se lleva gran parte del protagonismo, Calatañazor tiene su propio encanto y te cautivará. Aunque es pequeño y fácil de recorrer, Calatañazor esconde historias fascinantes en cada rincón. ¿Nos acompañas a explorarlo?

Historia de Calatañazor

La historia de Calatañazor se remonta a tiempos antiguos, siendo un lugar estratégico desde tiempos celtíberos y romanos. Sin embargo, su momento más notable se produjo durante la época de Almanzor, el influyente líder militar del califato de Córdoba en el siglo X.

Este pequeño pueblo ha sido testigo de numerosos eventos a lo largo de los siglos. Durante la Edad Media, fue un enclave estratégico en la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, protagonizando batallas y asedios que dejaron huella en sus murallas y fortificaciones.

Durante una de sus incursiones en la península, Almanzor perdió su tambor en la batalla de Calatañazor. Esta derrota fue un golpe para el poder islámico en la región y marcó un punto de inflexión en la Reconquista española.

¿Sabías que…? La leyenda de Almanzor y la pérdida de su tambor en la batalla de Calatañazor es una de las más emblemáticas de la historia española. Se cuenta que en el verano del año 1002, Almanzor, el caudillo andalusí que fue el azote de los reinos cristianos, sufrió una humillante derrota en este pequeño pueblo soriano. La frase “En Calatañazor perdió Almanzor el tambor” no se refiere a un tambor musical, sino que simboliza la pérdida de su alegría y suerte tras ser derrotado por primera vez.

¿Qué ver en Calatañazor?

Visitar Calatañazor es como retroceder a la Edad Media. Sus calles empedradas, las casas con entramados de madera de sabina y las chimeneas cónicas crean una atmósfera única que te transporta a otra época.

Ermita de Nuestra Señora de la Soledad

De estilo románico y situada en la carretera, fuera de la muralla, la ermita ha conservado únicamente su planta original, la cabecera y la entrada norte, ya que experimentó una serie de reformas y modificaciones durante el siglo XVII.

Su ábside semicircular y las columnas con capiteles vegetales nos hablan de un pasado donde la fe y el arte se entrelazaban en cada construcción. La vimos cerrada, no sabemos si en algún momento la abren para ver el interior, pero merece la pena detenerse en ella, aunque solo sea por el exterior.

Calatañazor: ermita

Rollo Jurisdiccional de Calatañazor

Se trata de una columna de piedra que simbolizaba el poder y la justicia en la Edad Media. Ubicado en la Plaza Mayor, este monumento nos recuerda la importancia de Calatañazor como centro administrativo y judicial de antaño. El rollo en sí no tiene nada de especial, lo único que está en un sitio de paso en dirección al castillo.

Rollo jurisdiccional

Busto de Almanzor

El Busto de Almanzor conmemora la leyenda, que ya hemos comentado más arriba, de la derrota del caudillo musulmán en Calatañazor, donde “perdió el tambor”. Este sitio es un recordatorio de las batallas que marcaron la historia de la península ibérica. Ya sea realidad o mito, es innegable que tanto hemos leído como escuchado sobre este hecho. Una fotografía se convierte en el testimonio tangible de nuestra visita a este encantador pueblo de Soria.

Castillo de Calatañazor

El Castillo de Calatañazor, o castillo de los Padilla, es una fortaleza medieval. Es una pena, pero está completamente en ruinas, solo se mantiene en pie la torre del homenaje. Se puede subir gratuitamente, ya que el interior tiene una estructura de hormigón segura. Las vistas desde arriba son fantásticas. Se ve todo el pueblo y los campos de alrededor. El día que subimos, incluso vimos volando buitres muy cerca.

El Sabinar de Calatañazor

Ubicado a escasos 3 km de la localidad de Calatañazor, es un valioso recurso natural. Este bosque se destaca como uno de los más relevantes y bien preservados de su categoría a nivel mundial. En su extensión se encuentran ejemplares de sabina que alcanzan alturas de hasta 14 metros y diámetros que superan los 5 metros. Su relevancia no solo se fundamenta en su belleza y singularidad, sino también en su notable antigüedad, dado que varios árboles tienen más de 1.000 años. Es un lugar muy poco concurrido y pasear entre los árboles es muy relajante.

Calatañazor

Este espacio natural no solo es un refugio para la biodiversidad, sino que también es un testimonio viviente de la historia natural de la región. El Sabinar de Calatañazor es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, ofreciendo a sus visitantes una conexión única con la naturaleza y el pasado.

¿Dónde aparcar en Calatañazor?

Justo a la entrada del pueblo, encontrarás parkings de tierra. Estos espacios están convenientemente ubicados al lado de la carretera, facilitando el acceso y la salida del pueblo. La primera zona de parking la encontrarás junto a la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad (41.700994, -2.816967) y un poco más adelante, está la zona de parking junto a los restos de la Ermita de San Juan Bautista. (41.7010, -2.8181). Aunque los parkings de tierra no cuentan con servicios de toma de agua ni vaciado de depósitos, ofrecen un lugar seguro y tranquilo para pasar la noche

Calatañazor creemos que es más que un simple destino turístico. Podríamos decir que es una experiencia en sí, ya que te permite conectar con las historias, y con la naturaleza en el Sabinar. Con sus calles empedradas, sus monumentos históricos y su entorno, es un destino imprescindible para los amantes del turismo rural. ¿Te animas a descubrir sus secretos?

Próxima parada: Fuentona de Muriel.

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