Dejando atrás la ciudad de Trondheim, nos dirigimos hacia una de las rutas más espectaculares de Noruega y del mundo: la Carretera del Atlántico (Atlanterhavsveien en noruego).
Ubicada entre el océano Atlántico y la costa escarpada de Noruega, con una longitud de 8,3 kilómetros, esta impresionante carretera conecta con 8 puentes las 17 islas e islotes. Ofreciendo vistas panorámicas y una bonita experiencia de conducción.
¡Acompáñanos en este recorrido y descubre con nosotros la Carretera del Atlántico!
Historia y construcción
La idea de construir la Carretera del Atlántico surgió en los años 70 como una alternativa a la conexión por ferry. Esta se encuentra en el condado de Møre og Romsdal, conectando las localidades de Vevang y Kårvåg. Realmente se trata de un tramo de la carretera FV64.
No obstante, la propuesta enfrentó una serie de desafíos significativos. La geografía accidentada de la costa noruega, caracterizada por islas, islotes y fiordos, presentaba un terreno difícil para la construcción. Además, las condiciones climáticas extremas, con frecuentes tormentas y olas violentas, complicaban aún más la realización del proyecto.
En 1983, tras varios estudios y planes, se dio inicio oficialmente a la construcción de la Carretera del Atlántico. Este ambicioso plan requirió la colaboración de ingenieros, geólogos y trabajadores de la construcción altamente cualificados. A lo largo de 6 años, se realizaron trabajos de construcción.
Finalmente, el 7 de julio de 1989, la Carretera del Atlántico fue inaugurada oficialmente.
¿Sabías qué?
En 2005, fue nombrada «Construcción Noruega del Siglo» en una encuesta realizada por el Consejo de Carreteras Públicas de Noruega. Este prestigioso reconocimiento destaca la impresionante ingeniería y la belleza escénica de esta ruta.
Una ruta inolvidable
Puentes icónicos
La Carretera del Atlántico es famosa por sus puentes, cada uno con su propia singularidad. Entre ellos, el Puente Storseisundet es el más conocido. Con su gran curva, crea una ilusión óptica que lo hace parecer un salto al vacío cuando se ve desde ciertos ángulos. En su punto más alto tiene una altura de 26 metros, y mide 260 metros de largo. Para nosotros, es lo más destacado de la carretera.
Belleza natural en la Carretera del Atlántico
El recorrido no solo destaca por su ingeniería, sino también por su entorno natural. A lo largo del camino, puedes disfrutar de vistas espectaculares al océano, con olas que a menudo se estrellan contra la carretera. Además, el paisaje circundante, con sus islas y montañas hace que cada kilómetro recorrido sea una experiencia visual única.
Actividades y paradas
A lo largo de la carretera, hay varios puntos de interés donde puedes detenerte y dar un paseo por la zona. Las áreas de descanso están estratégicamente ubicadas. Desde allí tienes las mejores vistas panorámicas y son los puntos para sacar también las mejores fotos. Para los amantes de la pesca, hay plataformas especialmente diseñadas para lanzar la caña. Además, hay algunos senderos para pasear y observar las aves.
Consejos para recorrer la Carretera del Atlántico
Planifica tu visita: aunque la Carretera del Atlántico es impresionante en cualquier época del año. Junio a agosto ofrece clima más cálido y días largos. Otoño y primavera son menos concurridos. En invierno, encontrarás nieve y hielo.
Prepárate para el clima: el clima en la costa noruega puede ser impredecible. Es recomendable llevar ropa adecuada para la lluvia y el viento, incluso en verano. El día que pasamos había previsión de lluvia, aunque tuvimos suerte y empezó a diluviar cuando ya llegábamos al final. Eso sí, hacía muchísimo viento.
Disfruta del recorrido: tómate tu tiempo para parar en los miradores. Detente en el Puente Storseisundet y Eldhusøya, una zona de descanso.
Seguridad en la carretera: respeta los límites de velocidad y las señales de tráfico. La carretera no es excesivamente estrecha, pero mejor circular con precaución porque es una ruta muy transitada y está llena de moteros y autocaravanas. Ten en cuenta que el viento puede ser fuerte, especialmente al cruzar los puentes. Además, en días de temporal las olas pueden llegar a golpear los coches.
Visitar la Carretera del Atlántico es una experiencia impresionante y única que todos deberíamos vivir. Sin embargo, es importante tener expectativas realistas. Aunque las vistas y los miradores son espectaculares, el recorrido se hace rápidamente y puede dejarte con ganas de más. Esta sensación de querer más kilómetros muestra lo maravillosa que es la carretera.
Comimos en uno de los parkings que hay al final de la Carretera del Atlántico, disfrutando de la tranquilidad del lugar. Por la tarde, continuamos nuestro camino hacia la Carretera de los Trolls, que por suerte estaba abierta a principios de junio. Ahora permanece cerrada y así va a estar toda la temporada por desprendimientos.
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