El Castillo de Brissac es el castillo más alto de Francia, con siete pisos y 204 habitaciones. Está situado en la comuna de Brissac-Quincé, a unos 20 kilómetros de Angers.
No es de los castillos más populares o conocidos, pero tiene dos características que nos han llamado bastante la atención. Nos encantó su decoración interior, que está a la altura de los grandes castillos como el de Cheverny. Además, a diferencia de muchos otros, Brissac tiene su propia bodega. Cuando estuvimos estaba prácticamente vacío, y así disfrutamos mucho más de la visita.
¡Acompáñanos en este recorrido por el Castillo de Brissac!
Historia y arquitectura
Su historia comienza en el siglo XI, cuando fue construido como una fortaleza. En el siglo XV, Pierre de Brézé, un ministro del rey Carlos VII, compró las tierras y construyó un castillo medieval.
En 1502, René de Cossé adquirió el castillo y su familia, los Cossé-Brissac, lo ha mantenido desde entonces. Durante las guerras religiosas en el siglo XVI, el castillo sufrió daños, pero fue reconstruido en el siglo XVII por Carlos II de Cossé. Este duque transformó la fortaleza en el impresionante edificio que vemos hoy, que tiene una mezcla de estilos en la fachada.
El Castillo de Brissac es el único castillo habitado de todos los que visitamos en el Valle del Loira. Actualmente, el castillo es el hogar de Charles-André de Cossé-Brissac, el 14º duque de Brissac, y su familia.
Lo más destacado del Castillo de Brissac
Del interior del Castillo de Brissac, solo se pueden visitar la planta baja, el primer piso, el teatro del segundo piso y el sótano, donde se encuentra la cocina y la bodega. Está la opción de hacer la visita guiada o por libre como hicimos nosotros. En este caso te dan unos folios plastificados con la info del castillo, y hay que devolverlos al final de la visita.
Planta Baja
Gran Salón
Antiguamente conocido como el «salon doré», tiene un impresionante techo del siglo XVII adornado con monogramas de la familia Cossé y lámparas en forma de candelabro, fabricadas con cristal de Murano. La chimenea, de estilo Louis XIII, muestra un busto de Charles II de Cossé, quien tuvo un papel importante en la historia de París. También destacan un tapiz de Don Quijote y retratos de la familia Brissac.
Comedor
El comedor tiene un techo decorado con motivos florales y una gran pintura de la batalla de Bercy. El balcón de orquesta, hecho de mármol, fue añadido en el siglo XIX. Además, se pueden ver astas de ciervos cazados por la Duquesa de Uzès y una colección de porcelanas y un reloj de Boulle.
Primer piso
La Sala de Recepciones o Gran Galería
Es una gran sala de 32 metros de longitud y ha sido el escenario de fiestas y banquetes a lo largo de los siglos. Su techo pintado en 1625 y los tapices flamencos del siglo XVI representan escenas de la vida de Alejandro Magno. Dicen que los tapices de esta sala son comparables a los de la galería de los espejos de Versalles. Aunque nos parece excesiva esta comparación.
El Cuarto Louis XIII
Este cuarto conmemora la reconciliación en 1620 entre Louis XIII y su madre, María de Médici, tras un periodo de conflicto. Los muñequitos en la vitrina representan este hecho histórico. El retrato sobre la puerta es de la esposa de Louis XIII, Anna de Austria, madre de Louis XIV.
La Galería de los Retratos
Esta galería exhibe retratos de la familia de Brissac, incluyendo duques, mariscales de Francia y figuras importantes. Dos de estos retratos destacan por encima de todos. El retrato de la viuda Clicquot, famosa por su papel en la industria del champán, y el de Anne de Mortemart, la futura Duquesa de Uzès, conocida por ser una gran amazona.
El Cuarto de la Caza
Aunque el nombre puede confundir, en esta sala no encontrarás animales disecados ni nada por el estilo. Este cuarto destaca por sus tapices flamencos del siglo XVI que representan escenas de caza, con animales como ciervos, jabalíes, y criaturas míticas como unicornios. La Duquesa de Brissac compró los tapices en 1854 y son impresionantes.
Segundo piso
El Teatro
Construido por Jeanne Say en 1888, el teatro del castillo fue inaugurado en 1890 y albergó festivales musicales hasta la Primera Guerra Mundial. Fue cerrado en 1916 y reabierto en 1983 después de ser restaurado. Actualmente, cuenta con 170 asientos y se utiliza para eventos culturales y musicales. Cuando entras está sonando la música y realmente parece que estés disfrutando de un show.
Sótano
En el sótano del castillo, para finalizar la visita, encontrarás la bodega. Sí, es un espacio no muy grande en el que adquirir los vinos que se hacen en la propia finca. Además, puedes hacer una pequeña cata en la que probar todas las variedades. El mejor, sin duda, el vino rosado.
En el mismo nivel se encuentra la cocina medieval con una impresionante cocina, con todo el menaje de cobre expuesto.
Si tienes tiempo, también puedes dar un paseo por los jardines, visitar las caballerizas y pasar por unos túneles que hay en el exterior.
¿Sabías que… puedes alojarte en el Castillo de Brissac? 🏰
El Château de Brissac cuenta con suites que ofrecen vistas al jardín y mobiliario clásico. Además, se puede disfrutar de un desayuno continental por las mañanas. Una buena opción si quieres darte un capricho y sentirte como un rey por un día. ¡Quiero más información!
Información práctica para visitar el Castillo de Brissac
Horario: en julio y agosto abre cada día de 10h. a 18h. El resto del año el horario cambia. Dependiendo de la época de tu visita, consulta en su web el horario.
Precio de la Entrada: 11€ por adulto, con tarifas reducidas para niños, discapacitados y estudiantes. (precios 2024)
Ubicación: 1, rue Jeanne Say. 49320 Brissac Loire Aubance
Duración de la visita: entre 1:30 y 2 horas
Mascotas: no se permiten animales ni en el Castillo ni en los jardines.
¿Dónde aparcar en el Castillo de Brissac?
Si planeas visitar el Castillo de Brissac en autocaravana, hay un parking cercano (47.354825, -0.446262) donde puedes dejar tu vehículo. Este parking permite pernoctar, pero ten en cuenta que no cuenta con servicios. Solo se pueden vaciar las aguas grises. El lugar está bastante dejado y sucio, y ni siquiera hay cubos de basura. Además, las plazas están algo desniveladas. Solo paramos aquí para visitar el castillo y luego seguimos nuestro camino, sin pasar la noche.
El Castillo de Brissac se merece un lugar en el top 5 de los castillos del Loira, al menos en nuestra opinión. Lo que más nos gustó es que, a diferencia de otros castillos más conocidos, Brissac no está abarrotado de turistas, lo que permite disfrutarlo con tranquilidad. Es un lugar impresionante, lleno de historia, donde se puede pasear con calma y disfrutar sin prisas. Si estás visitando el Valle del Loira, no te lo pierdas.
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