Murano, Burano y Torcello: visita a las islas de Venecia

Venecia no es solo la ciudad de los canales y de los enamorados, sino también la de las islas. En la laguna veneciana hay más de 100 islas, algunas habitadas y otras abandonadas. En este post te vamos a contar cómo fue nuestra experiencia visitando las tres islas más emblemáticas: Murano y Burano, y también Torcello.

Estas islas se pueden visitar fácilmente en un día, gracias al servicio de transporte acuático que ofrece la empresa Alilaguna. Te recomendamos reservar tu billete con antelación en su página web, ya que así te aseguras tu plaza y te ahorras tiempo.

Murano: la isla del vidrio

Compramos las entradas en el mostrador de Alilaguna, muy cerca de los Jardines Reales. El precio es de 25€ por persona. A las 10:30, el barco sale del amarre de San Marco Giardinetti.

La primera parada de la excursión es Murano, la isla más famosa por su producción de vidrio artesanal. Murano es un conjunto de siete islas unidas por puentes, que tiene un encanto especial.

Murano y Burano: gran canal

Lo más impresionante de Murano es la fábrica de cristal. Hay varias, pero vimos la de Ferro & Lazzarini, que está justo al lado del embarcadero. Allí nos explicaron el proceso de la elaboración del vidrio. Además, vimos como hacían un par de piezas: un jarrón y un caballito. La visita acaba en la tienda, donde puedes comprar recuerdos de cristal de Murano, pero cuidado. Aquí, los precios son más elevados que en el resto de tiendas. En una pequeña tienda, a pocos metros de la fábrica, compramos unos gatitos de vidrio por 20€.

Murano y Burano: fabrica de vidrio

Después de ver la fábrica, nos quedaron 30 minutos para pasear por la isla. Caminamos junto al canal y llegamos a la Basílica de Santa María y San Donato. Una iglesia del siglo XII que tiene un precioso mosaico bizantino y unas reliquias de un dragón.

Burano: la isla de los encajes y los colores

La segunda parada de la excursión es Burano, la isla más alegre de Venecia. Para visitarla tenemos 50 minutos. Es una isla pequeña, formada por cuatro islotes unidos. Sus casas están pintadas de colores vivos y se reflejan en el agua de los canales.

Murano y Burano: casas de colores

Burano es famosa por su tradición de encaje de bolillos, que se remonta al siglo XVI. Las mujeres de la isla se dedicaban a bordar delicados encajes, que se usaban para adornar vestidos, mantelerías, abanicos y otros objetos. Puedes comprar algún souvenir de encaje, pero asegúrate de que sea hecho a mano y no a máquina.

Lo que más nos llamó la atención fue la torre del campanario de la iglesia de San Martín, que tiene una peculiaridad: está inclinada. La torre se inclinó debido al hundimiento del terreno, y ahora tiene una inclinación de unos 2 metros.

Murano y Burano: iglesia de San Martín

De las 3 islas que visitamos, esta fue la que más nos gustó. Sin embargo, estaba abarrotada de turistas, lo que hizo que pasear por sus pintorescas calles resultara un tanto agobiante.

Torcello: la isla de las ruinas y la naturaleza

La última parada de nuestra excursión es Torcello, la isla más antigua Venecia. Fue el primer asentamiento humano en la laguna, y llegó a tener una población de más de 20.000 habitantes. Sin embargo, debido a la malaria y a la sedimentación, la isla se fue despoblando y quedó reducida a un puñado de casas y ruinas.

En Torcello encontrarás naturaleza salvaje, algunos restos arqueológicos, restaurantes y lo más destacado, la Catedral de Santa María Asunta, una joya del arte bizantino, que conserva unos impresionantes mosaicos del siglo XI y XII.

Comparada con la belleza de Murano y Burano, la experiencia en Torcello nos dejó un tanto decepcionados. Encontramos que la isla carecía del encanto pintoresco y la animada atmósfera que caracterizan a las otras dos. La isla parecía más bien un destino de relleno en la excursión.

Torcello

Subimos al barco y en 45 minutos estamos de nuevo en Venecia. La excursión dura 4 horas y media, y llegamos sobre las 15 horas y sin comer…

¿Dónde comer después de la excursión a Murano y Burano?

Venecia estaba a rebosar de turistas y la búsqueda de un restaurante tranquilo parecía una tarea imposible. Así que decidimos tomar algo rápido. Al desembarcar, nos topamos con el Snack & Pizza en la Calle del Dose. Allí, nos comimos un trozo de pizza y un refresco, una solución sencilla que nos costó 10€.

El local es muy pequeñito. Solo hay una pequeña barra con algunos taburetes para sentarte. El personal es amable y las pizzas muy finas y ricas. Altamente recomendado para quienes buscan una comida sencilla y rápida.

Murano y Burano: pizza

Visitar Murano y Burano fue una bonita experiencia. Cada isla tiene su propia personalidad y su propia historia. Murano nos cautivó con su arte del vidrio, mientras que Burano nos sorprendió con sus encantadoras casas de colores. Sin embargo, Torcello nos pareció una isla sin ningún atractivo.

Si vas a Venecia, no te pierdas la oportunidad de explorar estas islas. ¡Nos vemos en Instagram y gracias por leernos! 🇮🇹

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