El Tour de Francia en autocaravana, el evento ciclista más prestigioso del mundo, cautiva a millones de fanáticos cada año. Más allá de verlo en la televisión, estar presente en alguna etapa del Tour te sumerge en la emoción, la adrenalina y la pasión por el ciclismo de élite.
Vivir una etapa es mucho más que ver a los ciclistas pasar. Es sumergirse en la atmósfera, presenciar la destreza de los ciclistas a solo unos centímetros de ti, explorar las ciudades y paisajes por donde pasa la carrera y conocer a otros aficionados.
En este artículo, te contamos como vivimos el Tour de Francia en autocaravana. Sin duda, es una experiencia única que todo aficionado al ciclismo debería tener al menos una vez en la vida. ¡No te arrepentirás!
Nuestra experiencia en el Tour de Francia en autocaravana
Final de etapa – Col de Peyragudes
La primera intención era ir un par de días antes al Col de Peyragudes para ver el final de etapa y coger un sitio en la cuneta, pero un compromiso nos retrasó la salida hacia el Tour. Así que nos fuimos al Peyragudes el día de antes de la etapa. Llegamos sobre las 16h. y como era de esperar todas las cunetas estaban llenas y los últimos 2 kms de subida al puerto cortados. No nos quedó más remedio que dejar la autocaravana en un gran descampado de pago que había habilitado la organización a 10€ la noche. (42.800024, 0.427939)
Una vez aparcados, fuimos a inspeccionar la zona. Si coges el atajo que va por la montaña, llegas justo al aparcamiento que normalmente es para autocaravanas (42.796331, 0.440239), ahora ocupado por los camiones de televisión. Aprovechamos para tomar algo en un chiringuito y para pasear por la pista del Altiport, lo que al día siguiente se convertiría en la meta. El ambiente es increíble.
El día de la etapa nos levantamos con niebla y frío, y antes de subir al puerto vemos como los operarios montan los letreros de 2 kms justo en la entrada al parking. Preparamos comida, agua, cogemos las sillas y nos vamos a ver si encontramos sitio en la meta. Cogimos el mismo atajo por la montaña que la tarde de antes, pero al llegar arriba estaba todo vallado y vigilado. Aunque los guardias nos dejaron pasar, mejor subir por la carretera. Con mucha suerte, a 250 m. de meta conseguimos hacer hueco y poner nuestras sillas. Eran algo más de las 12h. y los ciclistas no pasaban hasta cerca de las 17h.
Las cinco horas de esperar, aunque parezca todo lo contrario, no se hacen pesadas. Estás entretenido viendo la gente ir y venir, algunos han subido el puerto en bici, otros comprando maillots en la tienda oficial del Tour. Entre que comes los bocadillos y vas al baño que está muy, pero que muy lejos, van llegando los autocares de los equipos y la caravana publicitaria. Sin duda, una de las cosas mejores del Tour. Cogimos gorras, camisetas, llaveros, muestras de comida, abridores, bolsas publicitarias,…
Y entonces llegó el gran momento. Aparecieron los helicópteros y a lo lejos los ciclistas. El maillot amarillo y el otro favorito iban escapados, se jugaron la victoria en los últimos metros. El resto de corredores iban llegando en grupos, el pelotón estaba completamente roto.
A los pocos minutos, ya habían pasado todos y fue momentáneo, la gente empezó a desaparecer sin dejar rastro y la organización empezó a desmontar absolutamente todo en cuestión e poco rato. Para llegar a la autocaravana lo hicimos por la carretera y el colapso para poder salir del parking era tal que decidimos para la noche allí.
Zona intermedia en etapa plana – Montcuq-en-Quercy-Blanc
Por la mañana nos despertamos temprano y nos fuimos hacia Montcuq-en-Quercy-Blanc donde teníamos pensado ver otra etapa del Tour. Esta vez una etapa plana que pasaba por este pueblo que tiene una área de autocaravanas justo en la carretera por donde pasaban los ciclistas.
Sobre el mediodía llegamos al área de la cadena Camping Car Park (44.340499, 1.201863) y conseguimos aparcar en uno de los últimos lugares que quedaba libre. Por 13€ tienes todos los servicios: baño, duchas, fregaderos, luz y agua. Además, hay un supermercado Carrefour justo al lado por si necesitas comprar algo. Pasamos la tarde en el área y paseamos por el pueblo. Para cenar cogimos unas pizzas take away en la Pizzeria des fines gueules, riquísimas.
La mañana de la etapa paseamos hasta el Lac de Montcuq que está a unos 2 quilómetros del área y es una zona bonita en medio del bosque, con una zona de baño. Comimos tranquilamente y sobre las 14h., un par de horas antes de la hora prevista para que pasaran los ciclistas, cogimos las sillas y nos sentamos en la calle a esperar, aunque apenas había gente, solo los que estábamos en el área.
Pasó la caravana publicitaria y volvimos a coger de todo lo que tiran. Al rato pasaron los ciclistas y la verdad que fue visto y no visto. Los corredores pasan rápido y en pelotón. Solo trabajan para mantener el pelotón unido, sin ninguna emoción y apenas tienes tiempo de distinguir a los corredores. Nada tiene que ver con lo vivido en Peyragudes. Es, por decirlo, de alguna manera, una etapa descafeinada.
Si has leído hasta aquí, quizá te estás preguntando: ¿voy a ver una etapa plana o a una etapa de montaña? Nosotros lo tenemos claro, mejor una etapa de montaña y si es en un final en alto, mucho mejor. Estos finales son emocionantes, ya que los corredores luchan por la victoria. Mientras suben el puerto deben ir administrando el esfuerzo y esto te permite verlos pasar mucho más separados y a menos velocidad. El ambiente también es más intenso. El recorrido está vallado y es impresionante ver la gente animando y aporreando las vayas cuando pasan los ciclistas.
Tour de Francia en autocaravana: recomendaciones
Investiga el recorrido y el horario: asegúrate de conocer el recorrido y el horario de la etapa que planeas presenciar. Visita el sitio web oficial del Tour de Francia para obtener información actualizada sobre las fechas, ciudades de salida y llegada, y el perfil de la etapa. Incluso si tienes tiempo, te recomendamos ir a conocer la zona antes. Así tendrás una idea exacta de como son los puertos, los pueblos o de dónde poder aparcar.
Llega con tiempo: para asegurarte un buen lugar a lo largo del recorrido, es recomendable llegar como poco 2 días antes de la etapa. El Tour de Francia en autocaravana atrae a multitudes, por lo que encontrar un buen sitio puede requerir tiempo y paciencia. No esperes llegar el último y tener el mejor, lugar, no funciona así.
Elige tu ubicación: dependiendo de tus preferencias, elige cuidadosamente el lugar donde verás la etapa. Si estás interesado en un final emocionante, considera estar cerca de la línea de meta. O si prefieres ver a los ciclistas en acción durante la etapa, elige una zona en la que suban un puerto de montaña.
Prepárate para la espera: si no consigues aparcar la autocaravana en una cuneta, para tener un buen sitio, quizá tengas que separarte de ella, como nos pasó a nosotros, y la espera en la vaya se puede hacer larga. Así que llévate protector solar, gorra, agua, comida, sillas plegables y paraguas. Aunque sea julio, el tiempo en Francia puede ser cambiante.
Sube los puertos: para esto necesitas tener fondo y llegar un par de días antes. Entonces es interesante subirte a la bicicleta y hacer los últimos quilómetros de algún puerto de montaña. Así la espera hace más amena y por un rato podrás sentirte un ciclista de élite. En nuestro caso, no habíamos entrenado lo suficiente como para subir el Peyragudes, pero todo llegará.
Disfruta de la caravana publicitaria: antes de que los ciclistas lleguen, una de las partes más entretenidas del Tour de Francia es la caravana publicitaria. Esta procesión de vehículos patrocinadores recorre la ruta lanzando regalos y muestras gratuitas. Es un momento divertido, donde la multitud se llena de entusiasmo y se vuelve loca por conseguir el merchandising que tiran desde los vehículos.
Presenciar una etapa del Tour de Francia en autocaravana, ya sea plana o de montaña, ofrece una experiencia enriquecedora. Asistir a estas etapas permite apreciar la pasión, el esfuerzo y la estrategia de los ciclistas, así como disfrutar de la diversidad de audiencias y ambientes que se encuentran a lo largo del recorrido. Tanto en las etapas planas como en las de montaña, el Tour de Francia deja una huella duradera en la memoria de los espectadores. Tanto si eres aficionado al ciclismo, como si no lo eres, tienes que disfrutar del Tour por lo menos una vez en la vida.
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