Después de recorrer la Carretera de los Trolls, ponemos rumbo a Geiranger. Para llegar hasta allí, tomamos una carretera que resultó ser aún más espectacular que la de los Trolls, y lo curioso es que nadie nos había hablado de ella.
¡Acompáñanos a descubrir esta ruta y a explorar Geiranger!
¿Conoces la Eagle Road?
Este pequeño pueblo es famoso por su impresionante fiordo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y sus majestuosas cascadas. Aquí te contamos algunas de las mejores actividades que puedes hacer en Geiranger.
Recorrido en barco por el fiordo de Geiranger
Uno de los principales atractivos de Geiranger es, sin duda, su fiordo. La mejor manera de explorar este impresionante paisaje es con un paseo en barco. Geiranger Fjordservice es la empresa encargada de hacer este recorrido.
Durante la excursión, tendrás la oportunidad de ver de cerca algunas de las cascadas más famosas de la región.
Las Siete Hermanas: esta cascada es un conjunto de siete corrientes de agua que caen de forma espectacular desde una altura considerable.
El Pretendiente: justo enfrente de las Siete Hermanas, esta cascada solitaria parece estar cortejando al grupo de hermanas.
El Velo de la Novia: con su caída de agua fina y ligera, esta cascada parece el delicado velo de una novia en su día especial.
Los paseos en barco tienen una duración de aproximadamente 1.5 horas y están disponibles todos los días de la semana. Además, el barco cuenta con audioguías en varios idiomas, incluyendo español, para que no te pierdas ningún detalle de la historia y la geografía del lugar. El precio del billete es de 530 NOK los adultos y 265 NOK los niños de hasta 15 años.
Ruta de las cascadas a pie
Si prefieres una experiencia más activa, puedes hacer esta pequeña ruta. Desde el Geiranger Camping, el sendero te lleva a través de un camino prácticamente compuesto por escaleras que van cuesta arriba. A medida que asciendes, el rugir del agua de las cascadas te acompaña, creando una atmósfera envolvente.
Durante el recorrido, podrás ver la cascada impresionante que adorna el paisaje. La combinación de la vegetación y el agua que cae con fuerza crea un entorno natural impresionante. Justo arriba hay una plataforma mirador.
Vesterås: mirador y restaurante
Si quieres obtener una vista panorámica del fiordo y el valle, no puedes perderte el Mirador de Vesterås. La caminata desde el Geiranger Camping hasta Vesterås es de aproximadamente 6 km ida y vuelta. En un par de horas hicimos la caminata, eso ya depende de tu ritmo.
El recorrido es cuesta arriba por medio del bosque, pero las vistas lo compensan. También tienes la opción de ir por la carretera, que es más suave, pero un poco más larga. Una vez llegues a Vesterås, encontrarás un mirador con vistas al fiordo de Geiranger y un restaurante.
Mirador Dalsnibba
El mirador de Dalsnibba estaba en nuestro plan de ruta, pero lo descartamos debido a la gran cantidad de nubes. Pagar el peaje y subir para no ver nada no nos pareció una buena opción.
Se encuentra a 1.476 metros sobre el nivel del mar y ofrece vistas espectaculares del fiordo de Geiranger y sus alrededores. El precio es de aproximadamente 200 NOK. En la cima, encontrarás el Geiranger Skywalk, una plataforma mirador.
¿Dónde pernoctar en Geiranger?
No se puede negar que Geiranger Camping es un lugar espectacular. Despertar con la vista de las montañas y el fiordo es una experiencia que pocos lugares pueden igualar. Además, el camping está bien equipado con instalaciones limpias y modernas, lo que lo convierte en un lugar cómodo para pasar la noche. La noche en parcela con electricidad y 2 personas, sale a 430 NOK. (Precio junio 2024).
A pesar de todas sus maravillas, Geiranger Camping tiene un gran inconveniente: no aceptan reservas. Esto significa que, especialmente durante la temporada alta, encontrar una plaza libre puede ser misión imposible.
Si no quieres arriesgarte, hay otras opciones de camping en la zona que sí aceptan reservas: Vinje Camping y Grande Hytteutleige og Camping.
Geiranger ha sido, sin duda, uno de los lugares de Noruega que más nos ha encantado. La experiencia de acampar a los pies del fiordo es realmente única y vale totalmente la pena. Aunque el pueblo en sí no ofrece muchas atracciones, su entorno natural es lo que realmente destaca y hace que la visita valga la pena.
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