Colliure es una ciudad costera en el sur de Francia, ubicada en la Costa Bermeja. Se puede visitar perfectamente después de les Orgues d’Ille sur Tet. Esta ciudad es conocida por su puerto y sus callejuelas medievales. Es un lugar de gran importancia histórica, ya que formó parte del Reino de Mallorca y posteriormente del Reino de Aragón. Vamos a explicarte qué ver en Colliure para que aproveches al máximo tu visita.
La ciudad también fue un importante centro de actividad artística en el siglo XX, con artistas como Henri Matisse, Georges Braque, André Derain y Pablo Picasso que se inspiraron en la ciudad para crear sus mejores obras. Además, Colliure es el lugar donde el poeta español Antonio Machado pasó sus últimos días de vida.
Qué ver en Colliure
Embárcate en un viaje fascinante por esta ciudad costera y sumérgete en su esencia única. En este post, desentrañaremos los secretos mejor guardados y te llevaremos a descubrir qué ver en Colliure.
Castillo Real de Colliure
Es uno de los monumentos más importantes de la ciudad, junto con la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles. Este castillo del siglo IX está catalogado como monumento nacional en Francia. La primera documentación del castillo data del año 673, lo que evidencia la situación estratégica del lugar donde se encuentra .
Durante la Guerra dels Segadors, en 1642, Colliure y su castillo sufrieron un asedio intenso. Las tropas del rey francés dominaban los montes y su flota bloqueaba el puerto. A raíz del asalto de la ciudad y del castillo por las tropas de Luis XIII de Francia, que constaban de 10.000 hombres, entre los cuales se encontraban Turenne, d’Artagnan y sus mosqueteros, las tropas españolas, privadas de agua por la destrucción del pozo, tuvieron que rendirse.
Por falta de tiempo, nosotros no subimos, pero si visitas la ciudad, es una parada obligatoria. Está muy bien conservado y ofrece unas vistas impresionantes.
- Horario:
- De noviembre a marzo: de 10 a 17 horas (última entrada a las 16.15 horas).
- Abril, mayo, junio y septiembre, octubre: de 10 a 18 horas (última entrada a las 17:15 horas).
- Julio y agosto: de 9.30 a 18.30 horas.
- Precio completo: 7 €.
Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles
Hermosa iglesia de estilo gótico meridional, construida en la segunda mitad del siglo XVII, entre 1684 y 1691, tras la destrucción de la Iglesia de Sainte-Marie ordenada por Vauban.
El exterior llama la atención porque una de las torres es un antiguo faro, pero es interior es más espectacular si cabe. Hay unos retablos fantásticos: el de San Juan, el altar mayor, el Santísimo Sacramento, la Preciosa Sangre, San Vicente, Santa Lucía, Nuestra Señora – Señora de Lourdes.
La iglesia está abierta al público todos los días de la semana, desde las 9:15 a.m. hasta las 4:30 p.m.
Capilla de San Vicente
La Capilla de San Vicente es una pequeña ermita situada en uno de los extremos de la Playa de San Vicente. Fue construida en el siglo XVII (1642) para guardar las reliquias de San Vicente, el patrón de los pescadores y viticultores.
La capilla es muy pequeña, con un acceso marcado con un arco de medio punto. Desde la playa de San Vicente, se puede ver la capilla y la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles de Colliure, que se encuentra en el otro extremo de la playa.
El día que estuvimos, hacía mucho aire (lo normal en esta zona) y no pudimos disfrutar demasiado del paseo hasta la capilla y al faro que veremos a continuación. La capilla está cerrada, no sabemos si existe la posibilidad de ver el interior.
Faro de Colliure
Tumba de Antonio Machado
Se encuentra en el cementerio de Colliure. El poeta español Antonio Machado murió en esta ciudad en 1939, durante su exilio en Francia. Fue enterrado en el cementerio local, en una tumba modesta. Es fácil de encontrar, ya que está en la parte superior del cementerio, cerca de la capilla.
La tumba es un lugar de peregrinación para muchos españoles y amantes de la poesía. En la tumba no faltan las banderas republicanas y las flores. No somos muy fans de visitar cementerios, pero bueno. No deja de ser un lugar con historia.
Y cuando llegue el día del último viajes, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos del mar. Antonio Machado, 1875 – 1939
Qué ver de Colliure: las mejores playas
Cuenta con varias playas. A continuación, te dejamos algunas de las playas más populares de Colliure:
- Plage Saint-Vincent: esta playa de arena se encuentra en el centro de la ciudad y es una de las más populares. Es ideal para nadar y tomar el sol.
- Plage de l’Anse de Paulilles: playa de guijarros a unos 10 minutos en coche de Colliure. Es una playa tranquila y pintoresca, rodeada de montañas y viñedos.
- Plage de l’Oli: se encuentra a unos 15 minutos en coche de Colliure. Es una playa tranquila y aislada, ideal para aquellos que buscan un lugar tranquilo para nadar y tomar el sol.
- Plage de Port d’Avall: ubicada en el extremo sur. Es una playa tranquila y pintoresca, rodeada de acantilados y vegetación.
Todas las playas son aptas para el baño, pero como ya te hemos comentado antes, el aire que hace en la zona a veces es fuerte y pueden estar cerradas temporalmente debido a las condiciones climáticas. No creemos que sea la mejor zona para disfrutar de un baño.
Le petit train touristique
Si dispones de más tiempo, si vas con niños o si vas con los mayores de la casa (fuimos con la abuela), seguro que les encantará la excursión en el pequeño tren turístico de Colliure.
El tren sale de la plaza del 8 de mayo de 1945, cerca de la oficina de correos, cada hora, e incluso cada 30 minutos en temporada alta. El paseo dura aproximadamente 45 minutos y cuesta 9 € para adultos y 6 € para niños de 3 a 11 años. La temporada empieza en abril y termina a final del verano. En su web encontrarás toda la información relativa a precios y horarios.
El tren va desde Colliure a Port Vendres, pasando por el Fort Saint Elme, ofreciendo una vista impresionante de la bahía de Colliure. La subida la hace por viñedos, en el fuerte para solo unos minutos y desciende a Port Vendres por el puerto. El regreso lo hace por la Corniche.
El recorrido merece mucho la pena porque a pie sería demasiado largo y por caminos angostos, y en coche, el acceso también es difícil por la estrechez de las calles. En autocaravana imposible. La verdad que el viaje fue genial, te lo recomendamos.
Dónde comer en Colliure: Creperie Bretonne
Disfrutamos de un almuerzo en el restaurante Creperie Bretonne. Tienen una terraza en la que puedes comer al sol. Tomamos crepes y son excepcionales, de masa fina y esponjosa, como debe ser. El personal amable contribuye a la experiencia positiva, mientras que el ambiente tranquilo invita a disfrutar de una comida informal. El precio es razonable, teniendo en cuenta en la zona en la que está.
Así que toma nota. Este lugar es ideal para una comida informal con crepes saladas o dulces, ensaladas variadas y omelettes. Ofrecen calidad, cantidad y precios justos, con un servicio rápido y eficiente. Tanto la amplia terraza como su interior, que por cierto, es bastante original.
Área de autocaravanas para visitar Colliure
En Colliure es difícil estacionar porque los aparcamientos suelen tener limitación de altura o la señal de prohibido autocaravanas. El área (42°31’23.4″N 3°03’58.3″E) está bien, tranquila y vigilada por cámaras. El precio es de 20€. Un poco caro, ya que solo ofrece servicios de eliminación de aguas grises y negras, y acceso a electricidad. La luz solo está en una zona y obviamente son las plazas que primero se ocupan.
Los meses de verano, hay un autobús lanzadera que te lleva hasta el pueblo y es gratis con el ticket del parking. Baja al centro cada 30 minutos. Si lo pierdes o quieres volver más tarde de las 00:00h. hay un camino de escalera, con una subida infernal, pero en 2o minutos estarás en el área.
Así que, ¿qué ver en Colliure? Más que monumentos y paisajes, descubrirás la magia que envuelve este destino excepcional. ¡Te invitamos a explorar y dejarte cautivar por la magia de este pintoresco pueblo costero! A nosotros, quitando el aire que hacía, nos gustó y nos quedamos con ganas de pasear más rato por las callejuelas del centro histórico y de subir al castillo, pero el viento era tan molesto que ya nos fuimos hacia la autocaravana. ¡Siguiente parada, Port Vendres!
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