Ya hemos visitado el lago Schluchsee y el lago Titisee, las cascadas y los relojes de cuco de Triberg, y ahora es el turno de Schiltach. Un pequeño pueblo en el corazón de la Selva Negra, en el estado de Baden-Württemberg.
Schiltach es un ejemplo de cómo se conserva el patrimonio de una antigua villa medieval, con sus casas de entramado de madera, sus calles empedradas y sus puentes sobre el río Kinzig. Aunque el pueblo sufrió varios incendios a lo largo de los siglos, logró reconstruirse manteniendo su aspecto original.
Qué ver en Schiltach
Schiltach es un destino turístico popular. En este post, exploramos los sitios más emblemáticos que no puedes perderte al visitar este pueblo.
Centro histórico
Recorrer el centro histórico de Schiltach es como dar un paso atrás en el tiempo. Aquí podrás pasear por calles empedradas, entre casas de maderas. En 1791 un grave incendio destruyó la ciudad, aunque sigue conservando el trazado medieval original. El centro es pequeñito y se puede visitar en poco tiempo.
Marktplatz
La plaza del mercado es el corazón de Schiltach, rodeada de las típicas casas de entramado de madera. En el centro de la plaza se encuentra la fuente de la ciudad, que tiene una figura de un león con el escudo de Schiltach en el pecho. El león simboliza la soberanía del mercado desde 1430. La plaza es bonita, pero cuando la visitamos estaba bastante dejada con bolsas de basura que salían de los contenedores, le faltaba limpieza, sí. Y si fuera peatonal también sería un plus.
Ayuntamiento de Schiltach
En la plaza del mercado, es el edificio que más llama la atención. Es una construcción de piedra de estilo renacentista y tiene una galería de arcos en la planta baja y un tejado a dos aguas. Lo más bonito de la fachada son sus pinturas murales que representan escenas de la historia y la cultura locales. Por ejemplo, podemos ver al diablo y a la bruja, que fueron los encargados según la leyenda de quemar el pueblo. Curiosa historia. Actualmente, es la oficina de turismo.
Stadtbrücke
Este puente es el más importante del centro de la ciudad. Cruza el río Kinzig y conecta el casco antiguo con el barrio de Lehengericht. Más que el puente en sí, lo bonito es la panorámica que se tiene desde aquí.
Bahnpunkt Schiltach
Una breve parada para tomar fotos. El Bahnpunkt Schiltach es una exposición al aire libre que muestra la historia del ferrocarril en Schiltach. Se puede acceder al interior de los vagones con un guía oficial de la ciudad, que se puede reservar en la oficina de turismo. El vagón está decorado con imágenes históricas y contiene información sobre la vida y el trabajo de los ferroviarios.
Parroquia evangélica
Es una de las mayores iglesias protestantes en la región de Baden. La comunidad de Schiltach mantiene una arraigada tradición con la iglesia Evangélica. Se construyó en el estilo neo-bizantino entre 1833 y 1843, con piedra arenisca roja, que le da ese tono anaranjado.
Además, si te interesan los museos, Schiltach tiene 3 museos bastante interesantes: el Museo de la Farmacia, el Museo de Historia y el Museo de la Madera. También puedes subir al mirador de las ruinas del castillo. No queda mucho para ver, pero hay unas buenas vistas panorámicas.
¿Dónde pernoctar en Schiltach?
Para las autocaravanas más grandes, hay una zona de parking (48.2911, 8.3426). Es un espacio gratuito y sin servicios, pero está en una zona tranquila al lado del pueblo. En temporada alta puede ser complicado encontrar sitio, porque solo hay 6 plazas para autocaravanas.
Mapa de Schiltach
Este mapa resalta los lugares más destacados para que aprovechen al máximo su visita a esta encantadora localidad.
Schiltach es un pueblo encantador que merece la pena visitar si te gusta la arquitectura tradicional, la naturaleza y la historia, pero es pequeño y se puede recorrer en poco tiempo. Sí, es un pueblo con encanto, y uno de los pueblos más bonitos de la Selva Negra. Pero tampoco esperes algo fuera de lo común, más allá del río, las casas de madera y las calles empedradas.
Después de disfrutar de Schiltach, nuestra siguiente parada en la ruta por la Selva Negra fue Gengenbach, el pueblo de Charly y la fábrica de chocolate. Sí, has leído bien, este pueblo sirvió de inspiración para la película de Tim Burton.
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